miércoles, 27 de julio de 2011

Despedida de un padre.


A Daganza Larka Winderth, mi hija:

Sé que te extrañará recibir una carta de mi procedencia tras tanto tiempo sin noticias mías, pero tengo algo importante que decirte.
Las cosas en los cielos últimamente no han ido del todo bien y quería hablar contigo de alguna forma, siendo esta carta la única que pude hallar.
Es posible que pronto muera, Daganza. Quería que lo supieras.
Sea como fuere y sin querer darle importancia al por qué (Ya sabes cómo es nuestra vida, a todos nos toca algún día...) también quería contarte que todas mis posesiones, son ahora tuyas. Te digo ahora, hija mía, pues mientras lees esta carta, puede que yo ya no viva.
Quiero que sigas adelante, como has estado haciendo hasta ahora sin saber de mi, como debes seguir haciendo pase lo que pase.
Escondí mis posesiones en las escarpadas laderas de la montaña Roca Negra, pero debes tener cuidado si decides ir a buscarlas, pues las montañas, y en concreto esta, son muy traicioneras. Prométeme, aunque no pueda oirte, que tendrás mucho cuidado, hija mía.

Pase lo que pase, vaya donde vaya, siempre te querré.

Marvik Winderth.


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